Las motos del Athletic

Ayer fui con mi hijo Aritza a ver la presentación de las motos del Athletic. !Vaya motos más bonitas, y qué bien lucían nuestros leones sobre ellas!
A LLorente se le veía realmente cómodo sobre la Harley rojiblanca, como de toda la vida. Daban ganas de sentarse detrás e irse a dar una vuelta con él por Lezama.
Hay cuatro modelos, a cada cual más bonito: dos de 125 cc. (uno para ciudad y otro para paseo) uno de 50 cc y una minimoto.

Aritza estaba tan encantado que acabé comprándole la minimoto rojiblanca. Antes de dejarle montar al niño decidí probarla para comprobar si era segura. Tengo que decir que lo primero que me sorprendió es que a pesar de su reducido tamaño, el asiento era realmente amplio y confortable. Tras ojear minuciosamente el panel de mando y las lucecitas giré la llave de contacto y el motor eléctrico comenzó a rugir como un león mientras aceleraba por las campas de Lezama. Tomé una curva, dos, un bache y la respuestá de la moto era inmejorable, me sentía tan seguro que pronto olvidé que estaba sobre una minimoto y me vi como volando por Lezama. Allí estaban los chavales del filial correteando por el campo bajo la atenta mirada de Julen Guerrero, en el campo de arriba los leones se ejercitaban bajo la supervisión del bueno de Manolo Delgado, en el centro del campo Esnal se atusaba el bigote y daba istrucciones a su preparador físico, más arriba sobre un altillo la presidenta observaba a Mané y apuntaba en una agenda comentarios que guardaba para ella, y más arriba aún un señor con abrigo y bufanda observaba a la presidenta con los ojos muy abiertos sin pestañear.

Tras finalizar catorce vueltas a Lezama aparqué la minimoto delante de los vestuarios. Sarriegui y Prieto que iban ya a ducharse accedieron a firmarme sobre un lateral con rotulador: "Para Aritza, de tus amigos Luis y Josu". Ahora resulta que tras ver las firmas a Aritza ya no le gusta la moto y me ha pedido para el olentzero una consola de videojuegos y una camiseta de Ronaldinho. Y es que es ley de vida, las nuevas generaciones acabaran tarde o temprano con la tradición centenaria de nuestro club. Yo de momento salgo a pasear por Bilbo con mi moto rojiblanca y mañana Dios dirá.


Vaya moto más bonita.